¿Qué beneficios tiene un huerto escolar para los niños y niñas?
El trabajo en un huerto escolar, tanto dentro como fuera del marco educativo, tiene beneficios tanto sociales como físicos y emocionales para los pequeños y pequeñas. Los principales son los siguientes:
Potencia el trabajo en equipo
Al tener que desarrollar varias tareas, los niños y niñas necesitan ayuda mutua, favoreciendo así el trabajo en equipo, la cooperación y el compañerismo. Además, al tener que organizarse solos, poco a poco desarrollan el sentido de la responsabilidad y la autonomía personal.
Estimula sus sentidos
En los huertos escolares los pequeños y pequeñas aprenden tocando, oliendo, viendo y saboreando, es decir, que aprenden mediante estimulación sensorial mientras se divierten. Así mismo, aplican lo que han leído en los libros y pueden observar de primera mano cómo se desarrollan los procesos naturales.
Muestra el valor del esfuerzo
A través del cultivo de alimentos, los niños y niñas aprenderán el valor del esfuerzo y adquirirán respeto por el trabajo de los agricultores y agricultoras. Además, cultivar su propia comida les hará mucha ilusión, y al conseguirlo se sentirán satisfechos y más seguros de sí mismos.
Fomenta el cuidado del medio ambiente
Al ser una actividad que implica interactuar con la tierra y las plantas, los pequeños y pequeñas aprenderán la importancia de respetar y hacer respetar el medio ambiente y la naturaleza.
Fomenta la alimentación sana y equilibrada
Los huertos escolares también fomentan la alimentación equilibrada, ya que ponen al alcance de los niños y niñas muchos alimentos sanos y de temporada para que los conozcan y los prueben.
Combate el sedentarismo
La agricultura manual es, a fin y al cabo, una actividad física al aire libre; así pues, les sirve a los pequeños y pequeñas para moverse y mantenerse activos, lo cual es una pequeña ayuda para tener el sedentarismo a raya.
Ahora que ya conoces todas las ventajas de un huerto escolar, no lo dudes: deja que tu niño o niña lo pruebe ¡no te arrepentirás!